Snow Fairy [Lush]

¡Hola! ¿Qué tal se han portado los reyes? Los míos han sido muy generosos. Me han regalado un móvil nuevo con el que espero hacer unas fotos más decentes a partir de ahora, que las fotos que hacía el otro daban pena. Entre otras cosas también destaco una preciosa bola de dragón de cuatro estrellas, una plancha de pelo buenísima de Remington, un par de sujetadores sin tirantes de Woman Secret (odio los tirantes en los sujetadores) y ¡una tostadora! ¡Por fin voy a poder volver a desayunar tostadas! Las echaba de menos... Pero vayamos al grano, hoy os traigo una entrada cortita sobre el gel de ducha Snow Fairy, de Lush. 


En un primer momento iba a ser muy crítica con este producto a pesar de las buenas opiniones que la gente tiene de él. ¿Por qué? Porque como gel de ducha no me parece nada del otro mundo, lo único que aporta es el olor, y para eso me compro un gel en The Body Shop a la mitad de precio, porque caro es un rato. Son 12'95€ por 250 míseros gramos de gel. Pero hace poco cambié de opinión. 

El olor es chuchería pura. A mí me encanta porque soy muy fan de los olores dulces, pero si no soportáis la empalagosidad huid de él como de la peste. 

La textura es densa, y por suerte cunde bastante, porque con poco producto se hace una espuma considerable. Tiene como unos destellos que por supuesto no se reflejan en la piel cuando te lo pones, solo se ven en el propio gel.

Más allá del olor, como gel no tiene nada de especial. No deja la piel más suave, ni más hidratada, ni más iluminada, ni nada de eso. Es solamente olor, y tampoco perdura mucho. Pasada la primera hora apenas se nota un olorcillo dulce, y al cabo de un par de horas desaparece.

Por eso le iba a dar un suspenso como una catedral, porque me imaginaba que era algo más que olor. 

Sin embargo, descubrí otra función de este gel que me ha gustado mucho más, y es usarlo como champú. Leí algunas opiniones que comentaban que funcionaba muy bien como champú, más que de gel, así que decidí probar y la verdad es que lo confirmo. 

Muy agradable de aplicar en el pelo (mueres de amor con el olor que pilla todo el baño), limpia muy bien y sorprendentemente no controla nada mal la grasa de la raíz. No tanto como mi amado champú de Mizon, pero unos cuatro días sí me ha aguantado el pelo limpio.

Deja el pelo suave y le aporta algo de volumen. No noto que esté más iluminado, por eso. El olor perdura mucho más en el pelo que en el cuerpo, prácticamente un día entero. Es un vicio, es imposible no cogerte un mechón y olerlo xD

Lo malo de este gel/champú es que Lush sólo lo pone a la venta en Navidades. De hecho ya no lo veo en la página de Lush España. 

Conclusión:

• Como gel sólo aporta olor
• Como champú aporta mucha limpieza, control de grasa, suavidad y un ligero volumen

Así que al final le pongo buena nota porque me ha gustado bastante como champú. 

¿Lo volvería a comprar? Ni de coña, me parece excesivo pagar casi 13€ por un botecito de 250g.

¿Qué os ha parecido a vosotras? ¿Lo habéis usado alguna vez? ¿Lo habéis probado también como champú?

¡Un beso, nos leemos!